Y que vamos a hacer si en la vida no todos tenemos la misma suerte? Creemos que la vida es injusta hasta que llega lo justo, lo que necesitamos para reír, para suspirar, para vivir. Y entonces empezamos a mirar con otros ojos la vida, unos llenos de brillo y esperanza, esos mismos ojos que alguna vez estuvieron completos de angustia, y sin certezas. Poco a poco vamos dependiendo de eso que llego a nuestras vidas, hasta que somos totalmente esclavos, esclavos de eso que nos hace tan bien, somos lo que hacemos para tenerlo, y nada mas nos importa. Y llega un punto en el que la felicidad se desgasta, y comenzamos a caer, y es inevitable. Comienzan las decepciones, las dudas, el desinterés, hasta que ya no queda nada, solo el vacío de aquello que alguna vez nos lleno el alma. Y así se nos va pasando la vida, de decepción en decepción.
